Ayer hablábamos con mi padre sobre el carácter explorador del Ser Humano.
Inmediatamente después de desayunar salí a ver las vistas desde fuera del hotel, algo que ya saben los niños del lugar.
Aún no había tirado la primera foto que ya se acercaban dos chicos allá a lo lejos. Tímidos llegaron a mi y me ofrecieron sus camellos de trapo a los que no me pude resistir. Hac...
Panga pública!