No tengo foto desembarrancando un autobús varado en el camino cuando volvíamos de Diendefelo a Kedougou, pero fué un espectáculo.
Era un autobús como el nuestro, pero se había metido en un barrizal y nosotros tampoco podíamos pasar. Durante un buen rato me contuve y me dediqué a lo mismo que niños y mujeres: mirar qué hacían los hombres para sacar el bus del barro. Piensas: son de aquí, saben lo que hacen, les habrá pasado un montón de veces. Además de oir la voz de Minerva: 'No te metas!'
Pero después de llevar como media hora observando ya no pude más. Sus prácticas sobre física, fuerzas y palancas, además de que no estaban funcionando, no cuadraban para nada con las teorías de fuerzas y palancas que Amalia me enseñó. Así que me puse manos a la obra. Lo primero preguntarle al conductor: ¿has intentado con la marcha atrás? a la que me mira con cara de entre mosqueo y ¿tú eres tonto? y me dice: ¡¡¡No tiene marcha atrás!!! - ahí me dejó un poco roto pero ya sabíamos algo más.
Así que me fuí a buscar un par de troncos para poner en las ruedas, y me puse a empujar por otro lado y a chillar para redirigir la fuerza de 8 senegaleses en otro sentido. Acabé negro como ellos, de humo y barro, pero el autobús salió! y todo fueron palmas y fiestas porque por fin pudimos continuar nuestro camino.
Tener que cooperar para ayudar a alguien que está pasando un apuro es algo que sucede a diario en este mundo, y es cuando ves que el ser humano, la comunidad, está ahí para ayudar sin importar géneros, colores, religiones o demás capas de esas que nos ponen sin darnos cuenta.
Al fin y al cabo, somos todos de la misma tribu. Sinó mira esto: https://www.soytribu.es/